Masaje que actúa principalmente sobre la circulación de retorno. Actúamos sobre las venas de las extremidades inferiores y sobre cualquer tensión o estancamiento que haya en las mismas para que la sangre pueda volver a fluir libremente.
A través del masaje actuamos de dos maneras diferentes: * Directamente a través de un efecto mecánico por medio de maniobras que se realizan sobre los vasos. * Indirectamente por estimulación de las terminaciones neuromotoras de los vasos.
La aplicación del masaje sobre el sistema circulatorio va a influir en la intensificación del retorno sanguíneo desde la zona trabajada, así como en la ampliación de la red periférica arterial, lo cual aumenta el flujo sanguíneo arterial y activa la circulación general, de forma que se establece una nueva distribución de la sangre desde los órganos internos hacia los músculos y piel.
Por último, gracias al masaje circulatorio se acelera el flujo de sangre venosa, lo cual facilita el trabajo del músculo cardíaco y mejora la circulación sanguínea en todo el organismo.
Así mismo aumenta el número de glóbulos rojos en el organismo. Por tanto será muy adecuado en casos de anemia, ya que estimula la función formadora de la hemoglobina.
Muchas veces la propia tensión muscular comprime las venas y la sensación que se tiene es de piernas cansadas, pesadas o doloridas. El estar muchas horas sentados o de pié también produce molestias o mala circulación.
Recibiendo este masaje se nota una gran liberación y sensación de alivio, sintiéndose mucho más ligero.
Cristina Murciano 